jueves, 13 de marzo de 2014

Pirámides




Mi sensación cada vez que llega el fin de año es que la ciudad me expulsa. Ya casi puedo decir con exactitud que después del 17 o 18 de diciembre Buenos Aires empieza a hacer su ritual de fiestas: se corta la luz en el departamento, la gente esta cada vez mas alterada, las temperaturas de mas de 35º no se aguantan con tanta humedad, y ya pasaron todos los brindis y reuniones de festejo. Sólo queda huir.

Así el 23 de diciembre nos encontró llegando a Puerto Madryn para seguir viaje a la península, y mientras esperábamos el colectivo una señora nos preguntó adonde íbamos. Ah, Puerto Piramides...un paraíso inesperado fue lo que nos dijo, y así inauguramos las vacaciones.



















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